(1)
"En el primer relato, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue llevado arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido." Hechos 1:1-2
Al llegar a Hechos, debemos recordar que tanto este libro como el Evangelio de Lucas fueron escritos por la misma persona. Los dos primeros versículos de Hechos indican que este libro es la continuación del Evangelio de Lucas. Este evangelio presenta al Salvador-Hombre y muestra que nuestro Redentor, el Salvador, es el Dios-Hombre. Lucas nos proporciona un relato claro, no solamente del nacimiento del Salvador-Hombre, sino también de Su concepción. Además, describe la juventud, la vida, el ministerio, la muerte, la resurrección y la ascensión del Señor. Por tanto, el Evangelio de Lucas presenta un panorama amplio de todo lo que incluye la Persona maravillosa del Dios-Hombre desde Su concepción hasta Su ascensión.
Podemos afirmar que la concepción del Salvador-Hombre fue Su venida de los cielos y también de Dios el Padre. El Salvador-Hombre sufrió la muerte, pasó por la muerte y salió de ella. Después de pasar por el dominio de la muerte y del Hades, Él salió en resurrección. Por tanto, Él entró en resurrección, y en ella ascendió a los cielos. Ahora el Salvador-Hombre glorificado está en los cielos. Esta es una sinopsis del contenido crucial del Evangelio de Lucas. (c)
"En el primer relato, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue llevado arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido." Hechos 1:1-2
Al llegar a Hechos, debemos recordar que tanto este libro como el Evangelio de Lucas fueron escritos por la misma persona. Los dos primeros versículos de Hechos indican que este libro es la continuación del Evangelio de Lucas. Este evangelio presenta al Salvador-Hombre y muestra que nuestro Redentor, el Salvador, es el Dios-Hombre. Lucas nos proporciona un relato claro, no solamente del nacimiento del Salvador-Hombre, sino también de Su concepción. Además, describe la juventud, la vida, el ministerio, la muerte, la resurrección y la ascensión del Señor. Por tanto, el Evangelio de Lucas presenta un panorama amplio de todo lo que incluye la Persona maravillosa del Dios-Hombre desde Su concepción hasta Su ascensión.
Podemos afirmar que la concepción del Salvador-Hombre fue Su venida de los cielos y también de Dios el Padre. El Salvador-Hombre sufrió la muerte, pasó por la muerte y salió de ella. Después de pasar por el dominio de la muerte y del Hades, Él salió en resurrección. Por tanto, Él entró en resurrección, y en ella ascendió a los cielos. Ahora el Salvador-Hombre glorificado está en los cielos. Esta es una sinopsis del contenido crucial del Evangelio de Lucas. (c)
(2)
"Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, mientras Él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué os quedáis mirando al cielo? Este Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera que le habéis visto ir al cielo." Hechos 1:9-11
Las actividades del Señor no concluyeron cuando Él ascendió a los cielos. Por el contrario, Cristo recibió la investidura que lo capacitó para cumplir Su ministerio celestial. Por tanto, la ascensión de Cristo no fue el final de Sus actividades, sino el inició de una obra más profunda: Su ministerio celestial.
El Evangelio de Lucas, el primer libro que éste escribió, describe el primer inicio que tuvo el Señor en Su vida y ministerio terrenales. Ahora se necesita un segundo libro, el libro de Hechos, que nos explique en qué vida y ministerio fue iniciado el Señor en Su ascensión. Por tanto, Lucas sintió que debía escribir un segundo libro que revelara la vida y el ministerio del Cristo ascendido. En Hechos vemos cómo el Señor vive y ministra en Su ascensión. Esta ascensión no fue una terminación, sino un nuevo inicio, el cual lo llevó a otra esfera, es decir, a los cielos, donde ahora lleva una vida y un ministerio diferentes. Esta vida y este ministerio no los lleva a cabo el Jesús que fue concebido del Espíritu Santo en el vientre de una virgen y que nació en Belén, sino el Cristo ascendido. El Cristo resucitado y ascendido vive ahora en los cielos desde donde efectúa Su ministerio. (c)
"Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, mientras Él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué os quedáis mirando al cielo? Este Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera que le habéis visto ir al cielo." Hechos 1:9-11
Las actividades del Señor no concluyeron cuando Él ascendió a los cielos. Por el contrario, Cristo recibió la investidura que lo capacitó para cumplir Su ministerio celestial. Por tanto, la ascensión de Cristo no fue el final de Sus actividades, sino el inició de una obra más profunda: Su ministerio celestial.
El Evangelio de Lucas, el primer libro que éste escribió, describe el primer inicio que tuvo el Señor en Su vida y ministerio terrenales. Ahora se necesita un segundo libro, el libro de Hechos, que nos explique en qué vida y ministerio fue iniciado el Señor en Su ascensión. Por tanto, Lucas sintió que debía escribir un segundo libro que revelara la vida y el ministerio del Cristo ascendido. En Hechos vemos cómo el Señor vive y ministra en Su ascensión. Esta ascensión no fue una terminación, sino un nuevo inicio, el cual lo llevó a otra esfera, es decir, a los cielos, donde ahora lleva una vida y un ministerio diferentes. Esta vida y este ministerio no los lleva a cabo el Jesús que fue concebido del Espíritu Santo en el vientre de una virgen y que nació en Belén, sino el Cristo ascendido. El Cristo resucitado y ascendido vive ahora en los cielos desde donde efectúa Su ministerio. (c)
Jesús Manuel Rodríguez Mascareño
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