viernes, 23 de abril de 2010

SEÑOR, TU ME HACES VIVIR CONFIADO


"Jehová es mi pastor; nada me faltará." Salmo 23:1

Doy gracias a nuestro Padre que con su amor nos guía y nos brinda una protección y un cuidado paternal, que como él, nadie nos puede dar. El salmista escribe con una confianza plena y una fe tan sencilla: “Jehová es mi pastor; nada me faltará”. Hoy le damos gracias a nuestro Señor porque en él podemos vivir confiados.

Todos los días están llenos de retos, retos en la casa (Empezando por cual será el menú del día), en la escuela (Con trabajos pendientes y exámenes que nunca quisiéramos que llegaran), en la oficina (Entre tantos papeles y personal). Y entre todo eso algunas veces se nos olvida que para Dios todas las cosas son posibles (Marcos 10:27) y que en Dios se puede vivir confiado, pruebas siempre habrá, pero de la mano de Dios las vamos dejando atrás.
David escribe:
"Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tú vara y tu cayado me infundirán aliento." Salmo 23:4

La vara y el cayado eran instrumentos que usaban los pastores en su cotidiana tarea de cuidar de las ovejas. Estos servían de apoyo, defensa, sostén, protección y confianza. David mismo; habiendo sido pastor, reconoce que el cayado y la vara divinos le llenan de aliento al caminar por la vida colmada de peligros y desafíos.
Hoy más que nunca en medio de un mundo lleno de estrés debemos confiar, Dios fue, es y será el mismo. El quiere confortar nuestra alma e infundirnos nuevas fuerzas. Nuestro Señor Jesús, ha venido para dar buenas nuevas a los pobres; a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos. ¡Este es el tiempo que Dios eligió para darnos salvación!
Lo invito a descansa en nuestro Señor.
"Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas." Josué 1:9


Rogelio Isai Soto Ibarra

sábado, 10 de abril de 2010

VARICELA


Salmo 91:1 El que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Transitoriamente, estamos viviendo un tiempo de crisis en la seguridad de nuestra ciudad, cierta o no, a más de uno inquieta y constriñe el corazón y los pensamientos.


Quiero compartirte una hermosa experiencia que viví esta semana.
Mi pequeño tiene algunos días con Varicela, si... se encuentra con todas esas molestias que quizá ya conoces, el día lunes por la noche lo bañé en una infusión para que las lesiones en su piel duren menos tiempo, lo sequé y comencé a poner una loción en cada una de sus lesiones, a medida que avanzaba el pequeño comenzó a cerrar su ojos y a descansar tranquilamente, para cuando terminé, él dormía y su rostro reflejaba paz; lo observé por algunos instantes y no pude menos que imaginar que así obra Nuestro Señor Jesucristo: Él llevó nuestras enfermedades, por Su llaga hemos sido curados, Él promete y da una paz que sobrepasa todo entendimiento.
Entonces, te invito a descansar en esa paz, sabiendo y creyendo de todo corazón, que Él está al cuidado de cada uno de nosotros, Él está al control de toda situación, si Él está allí, Amén.


Filipenses 4:7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.