miércoles, 10 de marzo de 2010

El EQUIPO DE DIOS


“ …sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia.” 1 Corintios 1:27-29

Hace tiempo estaba comiendo tacos en un puesto, y llegó un pastor de aspecto pobre acompañado por un niño y empezó a hablar de nuestro precioso Señor Jesucristo a los clientes.

Al tiempo que me emocionó ver los rostros de quienes estaban siendo receptivos a la Palabra, me pregunté y aun hoy lo hago porque el Señor, nos ha entregado a personas tan imperfectas y frágiles la encomienda de predicar su evangelio y de apacentar sus ovejas, siendo esta la tarea más importante que un hombre puede hacer en este tiempo, ¿no debiera llamar para su tarea a las personas más sabias de este mundo, o a algunos de sus ángeles o algo así como los superhéroes o a algo parecido a esos guerreros que en las películas pueden eliminar a pelotones enteros?

Siendo un Dios todopoderoso sabemos que puede hacer lo que le plazca, y ha decidido que en este tiempo sea su iglesia, usted y yo, sus creyentes en Jesucristo, los que hagamos esta tarea, así lo explicaba el apóstol Pablo a la iglesia de Corinto: Dios escogió lo necio, lo débil, lo vil y lo menospreciado para usarlo para sus propósitos, de modo que nadie se crea que vale algo, y nadie se jacte en su presencia.

Hace tiempo escuche una predicación de un pastor de Monterrey que nos contaba cómo empezó su iglesia con cuatro personas, uno de ellos era un anciano ciego, a todas luces un equipo limitado.

Ante este pasaje y estos recuerdos sólo puedo alabar a Dios diciéndole: “Señor Jesucristo, tu eres el eterno, el sabio y el misericordioso, tus pensamientos no tienen lógica para mi corta mente, no me queda más que confiar en tus promesas, tu nos has dado el permiso de hacer esta tarea de predicarte, y no nos dejaras solos, ayúdame cada día a confiar más en ti.

“Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.” 1 Corintios 1:21
Ruy Núñez